1. Introducción
La ciencia tiene su centro neurálgico en la Universidad. Es, o al menos debería ser, el lugar donde el conocimiento no solo se reproduce sino se genera. Donde las teorías, los hechos y las más arriesgadas hipótesis se ponen a prueba y son el desafío de quienes se dedican a la noble labor de la docencia. Son tiempos difíciles para la ciencia sin dinero pues, en el siglo XXI, la ciencia es una industria.
Un poderoso lobby de editoriales y Agencias de evaluación manejan la vida de los académicos al estilo de las Parcas en la mitología griega y romana. Así, como Cloto, quien tejía en su rueca el hilo del destino de cada recién nacido, las editoriales de prestigio deciden cuál va a ser el destino de cada investigador quien, acorralado por un sistema de certificados, papeleos incomprensibles y acreditaciones, ve como su tiempo vital se va como el agua entre los dedos mientras que lee trabajos de fin de grado incompresibles.
Junto a esto, la Agencia Nacional para la Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), al igual que Láquesis, la segunda parca, tira del hilo y decide el futuro del profesorado. Sin razones justas decide sobre cuanto dura la vida del profesorado, si es PAD1 o TU2 o CU3. Al capricho insensato de unos criterios que se esconden en el escudo de JCR4.
Como si fuera poco, La Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI), cuya actuación es la misma que la de Átropos, la tercera parca, es la que decide si tus años de trabajo están vivos o muertos. Así, todo el trabajo realizado por un/a profesor/a en su vida académica recibe el dictamen de «sexenio», que se mantiene vivo solo si la comisión lo decide. Hoy nadie te pregunta ¿Como te sientes? sino
¿Cuántos sexenios tienes?. Y la docencia…. la docencia, la razón de ser de la Universidad, el eje sobre el que gira el universo pedagógico para el futuro de la sociedad, la esperanza vital de quienes diariamente comparten el conocimiento, no tiene importancia. Con desdén y sarcástico desprecio se considera a quienes dedican su vida al encomiable labor de hacer fácil lo difícil, de perpetuar el aprendizaje, de compartir la razón y el método a los grupos de aprendices. Esta es la realidad de la Universidad Española actual. Esta es, sin duda, la situación de la academia. Nos han vuelto siervos de los intereses de las editoriales y hemos caído en el engaño. No trabajamos, no producimos y no escribimos, si el fin último no es una publicación en primer cuartil de JCR. Nos han quitado el fuego y, si no lo robamos como hizo el titán Prometeo, si no lo recuperamos, seguiremos siendo sombras serviles que aspiran a las migajas que caen de la mesa de los nuevos dioses de la ciencia moderna, viles súcubas del demonio editorial.
Si bien mi planteamiento anterior no es alentador, si lo es la presentación de un grupo que pretende dedicarse a integrar el conocimiento académico a la práctica psicológica. El estudio de los avances científicos y las nuevas técnicas de la psicología a la luz de un delicado y profundo análisis de las actuales metodologías psicológicas.
2. Objetivos.
Integrar los conocimientos académicos con la práctica clínica.
Dar a conocer el trabajo de a academia y sus potenciales aportaciones en el trabajo terapéutico.
Explorar las investigaciones que se relacionen con los casos clínicos que se presenten para debate en el grupo
3. Coordinador del GT de Psicología Académica.
D. César Augusto Solano Galvis.
4. Contacto.
Si estas interesado/a en formar parte del GT. de Psicología Académica, contacta con nosotros a través de el correo contacto@copmelilla.org